Sinónimos: Síndrome de Bowen tipo Huterita

Prevalencia: <1 / 1 000 000

Herencia: Autosómico recesivo

Edad de inicio o aparición: Neonatal / Prenatal

 

Resumen

El síndrome de Bowen-Conradi (BCS) es un trastorno letal y autosómico recesivo de la biogénesis de los ribosomas, caracterizado por retraso en el crecimiento pre- y postnatal grave, macrocefalia, rasgos faciales característicos, retraso psicomotor extremo, contracturas de cadera y rodilla y pies en mecedora.

La prevalencia al nacer se estima en 1 por 355 nacidos vivos entre la población huterita que vive en pequeñas colonias agrícolas en las provincias de las praderas y en las Grandes Llanuras de Norteamérica con una frecuencia de portadores alta (1/10). Fuera de esta población, el BCS se considera muy poco frecuente y sólo se ha descrito hasta la fecha en 9 pacientes en el mundo, ninguno de los cuales tiene confirmada una mutación identificada en EMG1.

El BCS prenatal se caracteriza por retraso en el crecimiento intrauterino y a menudo presentación de nalgas. Los pacientes con BCS tienen retraso en el crecimiento, experimentan problemas graves de alimentación y rara vez viven más allá de la infancia. Las malformaciones de la cabeza y la región craneofacial incluyen: macrocefalia al nacer, micrognatia y una nariz prominente con una notable falta de ángulo glabelar. Los pacientes con BCS tienen retraso psicomotor grave, rigidez en las articulaciones, camptodactilia o clinodactilia del dedo pequeño y pies en mecedora. Las contracturas de flexión en dedos, caderas y rodillas están frecuentemente presentes. Son rasgos menos frecuentes del BCS: criptorquidia, convulsiones, labio leporino y/o paladar hendido, defecto cardíaco congénito, hipospadias, y otras malformaciones renales y cerebrales.

En la población huterita, el BCS está sobrerrepresentado como consecuencia de un »efecto fundador», debido a la mutación de cambio de sentido en el gen EMG1 localizado en 12p13.3, dando lugar a trastornos en la biosíntesis de los ribosomas.

El diagnóstico se suele realizar tras el nacimiento, basándose en las manifestaciones clínicas y puede entonces confirmarse con un test molecular. También es posible el diagnóstico en ecografía prenatal; sin embargo, los hallazgos (particularmente en un feto no huterita) no son específicos y es probable que no sugieran un BCS. En un feto huterita, incluso en ausencia de una historia familiar positiva, hallazgos como macrocefalia, contracturas, y pies en mecedora, sugerirían fuertemente un BCS.

El diagnóstico diferencial incluye la trisomía 18, el síndrome COFS y la secuencia deformante de aquinesia fetal. Otras enfermedades con macrocefalia y retraso grave en crecimiento y en desarrollo, como trastornos de rotura cromosómica, de reparación del ADN dañado, enanismos primordiales macrocefálicos y ciertas formas de síndromes de glicoproteína deficiente en carbohidrato pueden mostrar cierto solapamiento.

En casos con una historia familiar, el diagnóstico prenatal está disponible y es posible por amniocentesis o muestreo de vellosidades coriónicas y por análisis citogenético. El análisis de la mutación dirigida de la mutación huterita está disponible para diagnostico prenatal (aunque raramente se busca). En algunos casos un test de portadores para ambos padres huteritas en un embarazo que se supone afectado puede consolidar la posibilidad de un diagnóstico.

El patrón de transmisión del BCS es autosómico recesivo. Tras el descubrimiento de la mutación causante en la población huterita, está disponible el test de portadores.

El tratamiento es meramente sintomático. La alimentación está significativamente comprometida, y la mayoría de los niños requiere alimentación por sonda gástrica. Actualmente no hay un tratamiento disponible. Su historia natural es similar a la de los síndromes de aneuploidías como la trisomía 18 y es apropiado discutir con los padres los cuidados paliativos.

El pronóstico es extremadamente desfavorable. La mayoría de los niños muere en los 2 primeros años de vida (oscilando entre 1 día – 9 años). Aquellos que sobreviven al año de edad muestran un retraso extremo del crecimiento.

 

 

Revisores expertos

  • Dr A.Micheil INNES

 



Fuente: Orphanet (Síndrome de Bowen-Conradi)