La reunión que tuvimos con la Dra. Patricia Clark, recién secretaria del Consejo de Salubridad General (CSG) en octubre de 2024, me dejó una impresión agridulce. Por un lado, ofreció trabajar con nosotros; pero por otro, tres expresiones que ocupó en su intervención me preocuparon, pues más que a una construcción de esfuerzos, sonaron a obstáculos en los mismos:
a) «Algunas cosas no se van a poder»,
b) «Los recursos no alcanzan» y
c) «Estos son procesos que toman un tiempo».
Adicionalmente a lo anterior, una reunión en la que convida a veinte personas con 20 agendas (¡y no solo representantes de enfermedades raras!) para tratar temas en solo una hora, como ustedes entenderán, imposibilita una argumentación profunda, que esperaría una respuesta igual. No fue así. Eso es lamentable, porque apenas trabajábamos en el prólogo de todo lo poco que ahí se habló cuando de pronto llegamos al final, después de una hora y diez minutos.
Me da la impresión que la Dra. Clark muy poco conoce de nuestros temas y lo importantes que son. En fin, nada trascendente surgió de este encuentro.