El suero hiperinume de origen equino del Laboratorios Silanes recibió este martes una opinión favorable del grupo de expertos que integra el Comité de Moléculas Nuevas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como tratamiento contra la enfermedad de Covid-19.
De forma unánime, el Comité dio el visto bueno a las Inmunoglobulinas equinas fragmentos F(ab) 2 anti SARS-CoV2 para su uso de emergencia en el tratamiento de adultos que padezcan Covid-19 con síntomas moderados y graves.
Cofepris precisó que la opinión está condicionada a las recomendaciones “en la indicación terapéutica”, además de a la presentación de información adicional de estudios clínicos.
Dicha decisión es parte del proceso requerido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios para constatar el cumplimiento de los requisitos de calidad, seguridad y eficacia, que son necesarios para “considerar” un producto de tal índole.
Sin embargo, el CMN no autoriza o rechaza los productos o moléculas analizados, simplemente emite una “opinión” técnica favorable o no favorable que está sustentada en evidencia científica y médica.
“La Cofepris, como parte de su proceso de optimización de los procedimientos del Comité de Moléculas Nuevas, seguirá informando sobre las opiniones y sesiones del CMN”, añadió.
El pasado 11 de enero, el subsecretario de Prevensión y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que México analizaba traer el suero equino que se desarrolló en Argentina, tras alcanzar su última fase de estudios clínicos.
En ese entonces el gobierno argentino afirmó que su suero “demostró eficacia y seguridad” en casos graves de Covid-19.
El suero es una inmunoterapia basada en anticuerpos “policlonales equinos“, capaz de bloquear y evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 y que también se puede producir “rápido y a gran escala”, según el gobierno argentino.
Los resultados del estudio clínico arrojaron resultados positivos en la baja de la mortalidad (45%), el descenso en los días requeridos de terapia intensiva (24%), y la menor necesidad en el uso de respiradores (36%).