El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo según la Organización Mundial de la Salud, y en nuestro país, entre enero y agosto de 2020, se ubicó como la cuarta, al registrarse 60 mil 421 muertes por tumores malignos, superadas por las enfermedades del corazón, la Covid-19 y la diabetes mellitus, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Esos tumores también conocidos como cáncer son un conjunto de males, principalmente crónico degenerativos, que se presentan a edad avanzada, y muchos de ellos pueden curarse si se detectan tempranamente, expusieron los especialistas universitarios Alejandro Zentella Dehesa y Federico del Río Portilla, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora este 4 de febrero.
“Este es un problema de salud pública relacionado con la sobrevida que como sociedad hemos logrado; nos confronta a procesos degenerativos y enfermedades que no sabíamos que existían en esa proporción, pues antes no vivíamos tanto tiempo”, dijo Zentella Dehesa, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm).
“Lo mejor es encontrarlo en etapas tempranas para extirparlo, atacar con quimioterapia o radiación para que estas células no puedan migrar, que es lo que se conoce como metástasis y es la verdadera dificultad del cáncer”, añadió Del Río Portilla, académico del Instituto de Química (IQ).
Para ello se requieren campañas que promuevan que la población se realice estudios, al menos una vez al año. “La prevención es lo principal”, remarcó.
Los tumores malignos más comunes entre las mujeres mexicanas son: de mama, tiroides, cervicouterino, cuerpo uterino y colorrectal mientras que en los hombres: el de próstata, colorrectal, testicular, pulmonar y gástrico, de acuerdo con el sitio Infocáncer México. Curables, algunos tipos de cáncer
Enfermedades multifactoriales
Del Río Portilla, integrante del Departamento de Química de Biomacromoléculas del IQ, explicó que el cáncer se presenta cuando hay células “que se niegan a morir”. Normalmente las células son reemplazadas por otras, pero hay algunas que no mueren y empiezan a multiplicarse en diferentes órganos. Remplazar las células de nuestro organismo por células cancerosas es lo que causa la muerte del individuo.
“A ciencia cierta no se sabe por qué las células no se mueren: algunas no lo hacen por cuestiones virales, otras por incidencia de radiación, por la exposición a diferentes compuestos o por mutaciones de la célula. Son enfermedades multifactoriales”, mencionó e insistió en la necesidad de impulsar la investigación para avanzar en estos aspectos.
Lo que sí se conoce es que estos padecimientos no son nuevos. Hay muestras de cáncer en huesos de neandertales, así como en momias de hace más de 20 mil años. También se sabe que los egipcios tenían identificado el cáncer e incluso realizaban procedimientos quirúrgicos, afirmó Zentella Dehesa, quien forma parte del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del IIBm.
Gracias a las campañas de higiene, el uso de antibióticos y analgésicos las afecciones infecto- contagiosas en el mundo han disminuido, pero con el incremento en la expectativa de vida se han vuelto relevantes males como el cáncer, que aparecen alrededor de los 50 años.
“La expectativa de vida en los hombres es de 74 años y de las mujeres cerca de 80; por lo tanto, los males oncológicos aparecen en esos siguientes 25 o 30 años de vida y se vuelven epidemiológicamente relevantes”, apuntó.
Zentella Dehesa comentó que el estilo de vida es un factor que influye para que se pueda presentar cáncer más tempranamente. Por ejemplo, se ha visto que el sobrepeso, la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes son elementos condicionantes para la aparición del cáncer de mama.
También, la mayor exposición a las hormonas femeninas debido a la menstruación a edades cada vez más tempranas -entre los ocho y 10 años de edad-, el mayor uso de anticonceptivos basados en estrógenos y el consumo de estas hormonas para disminuir los malestares asociados a la menopausia.
Más acciones y políticas públicas
En los últimos 15 o 20 años en México se han creado grupos de especialistas quienes trabajan con autoridades en salud con el propósito de emitir recomendaciones y atender este problema, una muestra de ello es la Norma Mexicana para la Prevención y Tratamiento del Cáncer de Mama que va en su tercera revisión.
De esa labor han surgido campañas dirigidas a reducir el sobrepeso y la obesidad, con el fin de impactar en la prevención de cáncer y muchas otras afecciones, agregó el integrante del IIBm.
Sin embargo, el éxito ha sido limitado, por ejemplo, en campañas contra el tabaquismo, la primera causa de muerte asociada al cáncer de pulmón. “Hoy en día, hay mujeres que a partir de los 13 años están fumando, más que los varones, lo que impactará en que en los próximos años haya más cáncer de pulmón femenino”, alertó Zentella Dehesa.
Ha habido esfuerzos relevantes para impulsar la autoexploración del cáncer de mama y para que las mujeres se realicen mastografía antes de los 50 años. También se han adquirido equipos para efectuar estos estudios, pero no se cuenta con el número suficiente de expertos para interpretarlos adecuadamente.
En los hombres es necesario intensificar campañas para que se hagan la prueba de antígeno prostático a partir de los 50 años, para detectar el cáncer de próstata.
“No estamos bien, estamos atrás respecto a lo que debería hacerse, pero las sociedades médicas y los profesionales de la salud se han preocupado, igual que la Secretaría de Salud por atender estas situaciones en forma seria y de largo plazo, pero las acciones siguen siendo insuficientes.
“La Covid-19 ha dado al traste con todo el tratamiento de cáncer de forma global, ha pasado a un segundo plano y esto ha afectado muy seriamente a los pacientes.”
Contribución puma novedosa
Del Río Portilla y la estudiante del Instituto de Química Marlen Mayorga han solicitado una patente por haber logrado una contribución novedosa: modificar una toxina producida con veneno de alacrán rojo de la India, llamada tamapina y que es capaz de inhibir la metástasis, es decir, la migración a otros órganos de algunos tipos de células cancerígenas.
Las células, expuso, tienen poros llamados canales iónicos, por donde se alimentan y entran sales, como los iones de sodio, potasio o calcio, azúcar y otros nutrientes. Bloqueando un tipo de estos canales iónicos por la toxina de alacrán modificada, se ha logrado evitar la movilidad de las células cancerosas.
Investigadores de la Universidad de Tours, Francia, han colaborado con los universitarios determinando que si se inhibía el canal conocido como SK3 se evitaba la migración de las células cancerosas.
Con la toxina que sintetizaron en el Instituto de Química se puede bloquear el canal SK3 que se encuentra en células de cáncer de mama, piel y cerebro, principalmente.
“Una analogía para comprender esta contribución es: cuando nosotros pescamos, queremos atrapar únicamente atún y no delfines. Es lo que estamos haciendo con las células cancerosas, apuntar directamente a nuestro blanco, que son los canales SK3 que promueven su migración, y no a las células sanas.”
Estos hallazgos fueron publicados en julio de 2020 en la revista Medicinal Chemistry Letters de la American Chemical Society.
El académico de la UNAM indicó que hay diversos grupos evaluando el uso de toxinas de alacrán, por ejemplo, científicos coreanos estudian la tamapina para atender los problemas de déficit de atención.
Asimismo, subrayó, que la toxina que han sintetizado en laboratorio no se produce con ningún alacrán mexicano ni de América. “Comer un alacrán, hacer que los pique un alacrán no resuelve absolutamente nada. Ninguna toxina natural tiene el efecto que nosotros logramos; esta es una contribución novedosa, nadie lo ha hecho”.
Mirtha Hernández
Fuente: https://www.gaceta.unam.mx/curables-algunos-tipos-de-cancer-si-se-detectan-en-forma-temprana/