Los enfermos de esclerosis múltiple que toman a diario dos latas de bebidas gaseosas o azucaradas pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas y un aumento de su grado de discapacidad.
Las bebidas gaseosas y otro tipo de refrescos azucarados pueden empeorar síntomas de la esclerosis múltiple, como la debilidad en las piernas o la rigidez muscular, y aumentar el grado de discapacidad de los pacientes, según un estudio que se presentará en la 71ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología que se celebrará en mayo en Filadelfia (EE.UU.). En concreto, el trabajo señala que ingerir alrededor de 290 calorías al día procedentes de estas bebidas, el equivalente a unas dos latas, agrava la enfermedad.
En el estudio, realizado en el Hospital St. Josef, en Bochum (Alemania), participaron 135 pacientes con esclerosis múltiple (EM) que respondieron a un cuestionario sobre su dieta, y a los que se les midió el grado de discapacidad, lo que reveló que 30 de ellos presentaban una invalidez severa.
De los 34 enfermos con esclerosis múltiple del estudio que consumían más refrescos, 12 tenían graves discapacidades
Los investigadores comprobaron cuánto se aproximaba el tipo de alimentación de estas personas a la dieta DASH, que está recomendada para reducir la tensión arterial y se caracteriza por ser rica en frutas, verduras, cereales de grano entero, carnes magras, pescado y lácteos bajos en grasa, porque se considera que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes, entre otros problemas de salud.
Al analizar la información aportada sobre la alimentación, no encontraron un vínculo entre la dieta en general y la progresión de la enfermedad, pero sí observaron cierta relación entre los participantes que tomaban bebidas gaseosas, refrescos, y té y café con azúcar.
A más bebidas azucaradas, más discapacidad
Los investigadores dividieron a los participantes en cinco grupos según su consumo de bebidas azucaradas. Los que más bebían ingerían un promedio de 290 calorías al día, el equivalente a dos latas de refrescos no dietéticos. Los que menos, rara vez tomaban alguna de estas bebidas, alrededor de una lata y media al mes; de hecho, las bebidas azucaradas que estos consumían apenas les aportaban siete calorías diarias.
El estudio mostró que los primeros tenían cinco veces más probabilidades de tener una discapacidad severa que los segundos. De los 34 enfermos que consumían más refrescos, 12 tenían graves discapacidades, mientras que de los 34 que apenas los probaban, solo cuatro presentaban una invalidez grave. El grupo formado por los mayores consumidores de bebidas con azúcar tenía una puntuación media en la escala de discapacidad de 4,1 puntos, frente a una media de 3,4 puntos en el grupo que menos bebidas endulzadas tomaba.
Para los investigadores estos resultados no significan que los refrescos causen más discapacidad en los enfermos de esclerosis múltiple, pero son productos que no tienen ningún valor nutricional y de los que se puede prescindir en la dieta. También añaden que son necesarios estudios más amplios para poder confirmar o no si influyen sobre el desarrollo de esta enfermedad.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) la esclerosis múltiple afecta a 47.000 personas en España y es la segunda causa de discapacidad en los jóvenes (la primera son los accidentes de tráfico). Cada año se diagnostican 1.800 nuevos casos en nuestro país, y el 70% corresponde a personas de entre 20 y 40 años.
Caridad Ruiz
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Fuente: http://bit.ly/2I8J742