Sinónimos:

Prevalencia: 1-9 / 100 000

Herencia: Autosómico recesivo

Edad de inicio o aparición: Neonatal / infancia

 

Resumen:

La anemia hemolítica debido a déficit de piruvato quinasa (PK) de los glóbulos rojos es un trastorno metabólico caracterizado por una anemia hemolítica no esferocítica de grado variable.

El déficit de PK es la causa más frecuente de anemias hemolíticas congénitas no esferocíticas, con una prevalencia estimada en 1/20.000 en la población general blanca. Clínicamente, los pacientes con un déficit de PK están afectados de una hemólisis crónica de grado altamente variable, desde una grave ictericia neonatal y una anemia fatal al nacimiento, una hemólisis crónica grave dependiente de transfusión y una hemólisis moderada con exacerbación durante la infección, hasta una hemólisis compensada completa sin anemia aparente. Otros hallazgos comunes son una esplenomegalia, un icterus crónico o cálculos biliares. El déficit de PK en los glóbulos rojos es una enfermedad autosómica recesiva causada por mutaciones en el gen PKLR (1q22).

Hasta la fecha, se han descrito más de 190 mutaciones en el gen PKLR. La PK es un enzima regulador clave de la glucólisis y su déficit provoca dos importantes anomalías metabólicas: depleción de ATP y el aumento de la concentración de 2,3-difosfoglicerato (2,3-DGP). Se desconocen todavía los mecanismos precisos que causan la hemólisis extravascular, aunque se ha demostrado que el secuestro selectivo de glóbulos rojos jóvenes con déficit de PK, reticulocitos en particular, por parte del bazo es un factor importante.

El aumento de los niveles de 2,3-DGP favorece la anemia, disminuyendo la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. El diagnóstico debe basarse en los signos clínicos y en los análisis de laboratorio: grado variable de anemia, reticulocitosis, aumento de bilirrubina no conjugada, niveles inferiores de haptoglobina. La morfología de los eritrocitos es normal. El déficit de PK se diagnostica midiendo la actividad enzimática de la PK.

Debe tenerse en cuenta que, debido al hecho de que la actividad enzimática es dependiente de la edad de los eritrocitos, una reticulocitosis puede enmascarar el déficit de PK. La confirmación del diagnóstico requiere una caracterización molecular. Se ha descrito también un déficit de PK secundario, en el contexto de enfermedades hematológicas (leucemia grave/crónica, síndromes mielodisplásicos y anemia sideroblástica; ver términos). En caso de anemia hemolítica normocítica persistente, en la cual las anomalías de la hemoglobina y las reacciones antiglobulina han sido excluidas, los esferocitos están ausentes y la fragilidad osmótica es normal, debe considerarse el diagnóstico de la anemia hemolítica no esferocítica hereditaria.

La transfusión de sangre es la principal acción del tratamiento junto con una esplenectomía en los casos más graves. Esta última debe considerarse en función del nivel de tolerancia de la anemia por parte del paciente. Como resultado de la esplenectomía, el recuento de reticulocitos suele incrementar por lo que disminuyen las necesidades de transfusión. El trasplante de médula ósea puede curar el déficit de PK, pero raramente se realiza.

El pronóstico es variable dependiendo de la gravedad de la anemia pero, como en otros trastornos hemolíticos, pueden desarrollarse cálculos biliares o sobrecarga de hierro, requiriendo un tratamiento apropiado.

 

Revisores expertos:

  • Dr R. [Richard] VAN WIJK

 

 

 

Última actualización: Marzo 2009

 


Fuente: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_Search.php?lng=ES&data_id=3257&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=Anemia-hemol-tica-por-deficit-de-piruvato-quinasa-de-los-gl-bulos-rojo&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat&Enfermedade%28s%29/grupo%20de%20enfermedades=Anemia-hemol-tica-por-deficit-de-piruvato-quinasa-de-los-gl-bulos-rojos&title=Anemia-hemol-tica-por-deficit-de-piruvato-quinasa-de-los-gl-bulos-rojos&search=Disease_Search_Simple