Científicos de diversos centros de investigación oncológica de los EE.UU. han descubierto que los niveles elevados de proteína M en sangre pueden servir para identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar mieloma múltiple (MM). La mayoría de pacientes con MM desarrollan la enfermedad a partir de una patología precursora asintomática, no maligna, conocida como gammapatía monoclonal de significado indeterminado (MGUS) y que se caracteriza por la sobreproducción de proteína M.

Utilizando modelos computacionales los investigadores determinaron las mejores estrategias de cribado en diferentes grupos poblacionales, con el objetivo de establecer cuándo aquél debe ser iniciado, con qué frecuencia debe realizarse y en qué grupos es más eficaz. Se constató que la prevalencia del MM puede ser reducida un 19% en individuos en los que el cribado es iniciado a los 55 años de edad y se repite cada 6 años. Un grado de reducción similar fue observado en individuos que lo inician a los 65 años de edad con seguimiento cada 2 años.

Los autores indican que se requieren estudios adicionales para confirmar la eficacia de la aspirina, la metformina y la pérdida de peso en la reducción de la incidencia de la MGUS y que es necesario identificar nuevos fármacos que reduzcan el riesgo de progresión. Philipp Altrock, co-autor del estudio, afirma que el cribado puede aportar un beneficio particularmente alto en individuos con historial familiar de MM o que presentan una rápida progresión de la MGUS.

 

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