Un compuesto presente en el té verde, la epigalocatequina-3-galato (EGCG), podría mejorar problemas cardíacos y cognitivos del síndrome de Williams-Beuren (WBS), una enfermedad rara, según un estudio en ratones de científicos de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona.
El trabajo, publicado en la revista ‘Plos One’, ha demostrado que este puede mejorar la hipertrofia cardíaca y algunas alteraciones cognitivas en modelos animales, con unos resultados que sugieren que podría tener un efecto terapéutico y/o un papel preventivo: «Nos anima a seguir investigando», ha explicado la líder del equipo, la investigadora de la UPF y el CIBERER Victoria Campuzano.
Campuzano ha explicado que usaron un modelo de ratón que imita la anomalía del cromosoma –una deleción, que consiste en la pérdida de un fragmento del cromosoma– más común encontrada en pacientes, en los que se aumentó la expresión de los propios antioxidantes del organismo con este compuesto.
Realizaron un ensayo preclínico en los ratones en el que disolvieron extractos de té verde en el agua de bebida, comenzando en tres períodos diferentes (prenatal, juvenil y edad adulta), y posteriormente realizaron un conjunto de pruebas de comportamiento y varios análisis histológicos y moleculares para analizar los efectos del tratamiento.
ANTIOXIDANTES
«La EGCG es un compuesto natural que actúa mediante la estimulación de la vía de Nrf2, y lo que conseguimos es aumentar la expresión de los propios antioxidantes endógenos del organismo», ha apuntado la primera autora del artículo, Paula Ortiz-Romero, estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la UPF.
Esta enfermedad tiene una incidencia aproximada de 1 entre 10.000, y las complicaciones cardiovasculares son el problema de salud más grave que sufren los pacientes afectados, que también presentan alteraciones cognitivas; la causa molecular del síndrome es una deleción de 26 a 28 genes en una región cromosómica (la 7q11.23).
En estudios anteriores, la EGCG –que es la catequina más abundante en el té verde– se ha asociado con posibles beneficios en diferentes enfermedades, tanto cardiovasculares como de cognición, y los científicos han investigado los efectos en el síndrome WBS a través de modelos animales.
El trabajo ha sido financiado por la Generalitat y el Ministerio de Economía y Competitividad, y en el estudio también han participado los investigadores del CEXS Francisco J. Muñoz y Luis A. Pérez-Jurado, junto a Cristina Borralleras, Mònica Bosch-Morató, Biuse Guivernau y Guillermo Albericio, que durante la investigación eran investigadores de la UPF y del IMIM.
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Fuente: https://goo.gl/7GA6bc