El grupo de fisioterapia de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) (España), compuesto por investigadores del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física y de la Cátedra de Docencia e Investigación en Fisioterapia: Terapia Manual y Punción Seca, ha realizado un estudio para comparar la efectividad de un programa de fisioterapia para la rehabilitación de pacientes con síndrome de túnel del carpo. Los resultados obtenidos, publicados recientemente en la revista científica Journal of Orthopedics and Sports Physical Therapy, demuestran la mejora de la función y la fuerza manual del agarre con pinza tras un mes de tratamiento, frente a los pacientes que recibieron cirugía.
Para llevar a cabo esta investigación se realizó un ensayo clínico controlado con 100 pacientes del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, los cuales fueron distribuidos de forma aleatorizada en dos grupos, uno de fisioterapia y otro que recibió la intervención quirúrgica.
El grupo de fisioterapia recibió tres sesiones, una semanal, donde se aplicaron técnicas dirigidas a la relajación y tratamiento de las zonas anatómicas relacionadas con el nervio mediano (cuello, escalenos, pectoral menor, bíceps braquial, pronador redondo, flexores de muñeca y fascia palmar). También se aplicaron técnicas de terapia manual sobre el cuello y se mandaron estiramientos de los músculos afectados. Por su parte, el grupo de cirugía recibió una intervención de descompresión del ligamento transverso en el túnel del carpo según los estándares internacionales.
Los investigadores midieron diferentes variables antes del tratamiento, al mes de su realización, a los 3, 6 y 12 meses tras la finalización del mismo. “Por un lado, hemos evaluado la función y discapacidad a través del Cuestionario de Severidad de los Síntomas y Discapacidad”, explica César Fernández de la Peñas, Investigador Principal del Estudio y Director del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física y de la Cátedra, “También hemos calculado la fuerza manual de la pinza, realizada con el pulgar debajo y el índice o meñique encima, y hemos medido los rangos de movimiento del cuello, como la flexión, extensión o las rotaciones izquierda y derecha”, según añade el investigador de la URJC.
Este segundo ensayo clínico forma parte de un proyecto subvencionado por el Instituto Carlos III y se ha realizado con el objetivo de complementar los datos de mejora clínica en relación al dolor publicados anteriormente en la revista Journal of Pain.
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