Un equipo de investigadores del Necker Children’s Hospital, ha conseguido tratar con éxito la anemia falciforme de un paciente de trece años mediante una terapia génica. El tratamiento ha detenido los síntomas de la enfermedad y recuperado la producción de la proteína defectuosa responsable.

La anemia falciforme comprende un conjunto de trastornos hereditarios que afectan a la hemoglogina, proteína de los eritrocitos responsable de transportar y repartir el oxígeno a las células del organismo. La anemia falciforme está causada por ciertas mutaciones patogénicas en el gen HBB, que codifica para una de las subunidades de la hemoglobina, la beta-globina. Algunas mutaciones en la beta-globina llevan a una alteración en la forma de los eritrocitos, que se vuelven alargados y con forma de huso. Estos eritrocitos son menos flexibles que los eritrocitos normales con forma de disco, por lo que pueden quedarse retenidos en los vasos sanguíneos y obstaculizar el correcto flujo de sangre, causando crisis dolorosas. Además, los eritrocitos falciformes pueden tienen una vida media mucho más corta que los normales, por lo que su presencia puede llevar a anemia.

El tratamiento con hidroxiurea funciona en algunos pacientes, en los que eleva los niveles de hemoglobina fetal. Sin embargo, en la actualidad, la única cura para los pacientes que presentan formas severas de la enfermedad es el trasplante de células madre hematopoyéticas de otras personas compatibles. Encontrar donantes compatibles es difícil y en la mayoría de los casos esta aproximación no es posible. Por esta razón, existe un gran interés en desarrollar otras vías terapéuticas para el desarrollo de tratamientos para la enfermedad.

En el trabajo, los investigadores utilizan terapia génica ex vivo para proporcionar un tratamiento a largo plazo frente a la anemia falciforme. El equipo extrajo células madre hematopoyéticas de la médula ósea de un paciente de trece años de edad portador de mutaciones en el gen HBB. A continuación, cultivaron las células en laboratorio y les introdujeron copias sanas del gen por medio de un vector lentiviral. Por último, los investigadores reintrodujeron de nuevo las células en el paciente.

Los investigadores observaron como el número de células de la sangre portadoras del vector con el gen sano aumentaba durante los tres primeros meses. A los 15 meses del tratamiento las poblaciones de células con copias normales del gen HBB se mantenían en el paciente, lo que llevó a pensar al equipo que las células madre tratadas son capaces de mantener a largo plazo la producción de células que llevan copias intactas del gen HBB. “La expresión terapéutica de la proteína a partir del vector, que es un inhibidor potente de la forma falciforme patológica, es marcadamente alta y efectiva,” señala Philippe Leboulch uno de los investigadores del trabajo.

“El paciente tiene ahora 15 años y está libre de toda la medicación anterior,” comunicaba Marina Cavazzana, directora del trabajo a New Scientist.  “No ha sentido dolor ocasionado por obstrucción de los vasos sanguíneos y ha dejado los analgésicos opioides. Todas las pruebas que hemos hecho en su sangre muestran que está curado, pero la mayor certeza vendrá de los seguimientos a largo plazo.”

En la actualidad el equipo está obteniendo más información sobre la viabilidad del método, y seguridad del vector viral utilizado, en un ensayo clínico en fase ½. Los autores del trabajo señalan que si bien el seguimiento de los pacientes que participan en este ensayo es más limitado, de momento los informes iniciales no  incluyen ningún evento adverso.

Igualmente, los pacientes con beta-talasemia, enfermedad también causada por mutaciones en el gen HBB, que han recibido tratamiento con el mismo vector viral no han experimentado ninguna complicación clínica significativa y ya no necesitan transfusiones de células modificadas.

La anemia falciforme es una de las enfermedades monogénicas más comunes, especialmente en población africana, mediterránea o del oriente medio. En África, por ejemplo, la anemia falciforme es responsable de al menos un 16% de las muertes de menores de cinco años. Identificar estrategias para luchar frente a ella constituye una prioridad. En este contexto, conviene recordar que si bien la terapia génica supone una nueva herramienta para tratar la enfermedad, en caso de confirmarse su efectividad, su elevado coste hará que no sea accesible a todos los pacientes.

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Fuente: http://revistageneticamedica.com/2017/03/23/terapia-genica-anemia-falciforme/