El esposo de Rachel se encarga de las cuestiones del hogar que tienen que ver con el agua, como lavar los platos y la ropa. En cuanto a su higiene, procura tomar un baño una vez a la semana y los más adecuado para ella es una limpieza con trapos húmedos y esponjas.
Aunque parezca increíble, existen personas alérgicas al agua, como Rachel Warwick, a quien sus propias lágrimas pueden lastimarla.
La alergia al agua es una de las enfermedades más raras del mundo y hasta el momento solo se conocen 32 casos. Se trata de la «urticaria acuagénica«, una condición que hace imposible lidiar con los líquidos, pues generan ampollas y picazón incontrolable.
Warwick fue diagnosticada con esta afección a los 12 años. «Tras bañarme, la reacción me hace sentir como si hubiera corrido una maratón. Me siento muy cansada después, así que tengo que ir y sentarme durante bastante tiempo», explicó Rachel.
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