Urticaria solar

23 agosto 2016

Sinónimos: SU

Prevalencia: 1-5 / 10 000

Herencia: No aplicable

Edad de inicio o aparición: Cualquier edad

Resumen

La urticaria solar (SU) es una enfermedad fotosensible rara, y difícil de tratar, en la que aparece una hinchazón local al cabo de algunos minutos de exponerse a la luz natural o, incluso, a fuentes de luz artificial que emitan radiación ultravioleta.

Todavía no se han determinado las cifras de prevalencia, e incidencia, a nivel mundial y europeo.

La formación de ampollas y el prurito son característicos, aunque se han descrito otras manifestaciones como dolores de cabeza, malestar general, aumentos en la frecuencia cardíaca, presión sanguínea baja y síncope. Los síntomas casi siempre desaparecen en 24 horas. No se ha definido ni la etiología ni la patofisiología de la SU, de manera clara, aunque esta enfermedad puede estar causada por una reacción antígeno-anticuerpo. El antígeno involucrado en la reacción urticante podría ser un fotoproducto generado en la piel, normalmente, debido a las radiaciones UV. El cromóforo responsable aún no se ha identificado con claridad. La respuesta del sistema inmunitario implica una reacción fotoalergénica que resulta en la liberación de histamina por parte de los mastocitos.

El fotodiagnóstico constituye una herramienta importante para confirmar la diagnosis, calcular las longitudes de onda responsables, la dosis mínima para la formación de ampollas y la respuesta a la terapia. Los principales diagnósticos diferenciales a considerar son la erupción polimórfica leve (PLE), que, al contrario de la SU, suele aparecer sólo 2-3 días después de la exposición solar, y el lupus eritematoso tumidus (consultar término), que puede aparecer unos 8 días después de tal exposición.

Las opciones terapéuticas incluyen la administración de antihistamínicos e inmunosupresores, a pesar de que los resultados son, a menudo, decepcionantes. Las pantallas solares de amplio espectro suelen fallar porque muchos pacientes son extremadamente sensibles a los rayos UV-A o a la luz visible. En 2005, la combinación del dióxido de titanio y el bisoctrizol obtuvouna designación europea de medicamento huérfano para el tratamiento de la SU, así como para otros trastornos fotosensibles inducidos por la luz visible y la radiación UV-A. Se ha comprobado que el principio, aparentemente paradójico, del «endurecimiento con UV-A» constituye el tratamiento más efectivo al conseguir la tolerancia a los rayos UV mediante irradiaciones terapéuticas repetidas. No obstante, se ha relacionado la exposición a altas dosis acumultaivas de UV-A con el envejecimiento prematuro de la piel que puede contribuir al desarrollo de cuadros dérmicos malignos inducibles por UV. Se están investigando propuestas terapéuticas novedosas, entre las cuales hay una combinación de antihistamínicos que ha probado su eficacia de manera reciente.

En la actualidad, existen varias opciones terapéuticas que, administradas conjuntamente, se pueden proporcionar a los pacientes para mejorar su calidad de vida de modo significativo.