Investigadores del Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC) de los Estados Unidos han anunciado que han descubierto que el zika puede afectar a los fetos en una etapa tardía del embarazo y manifestarse meses después del nacimiento.
Hasta ahora los investigadores habían dicho que los fetos eran más susceptibles al virus cuando la madre se infectaba en las primeras etapas del embarazo.
Sin embargo, en la forma de microcefalia recién descubierta (denominada microcefalia de inicio tardío) los lactantes al parecer tienen una cabeza de tamaño normal al nacer pero su cerebro dañado ha dejado de crecer.
Alrededor de los 6 meses de edad se ha formado la microcefalia en virtud de que el tamaño de la cabeza no ha seguido el paso del crecimiento normal, ha dicho William Dobyns, profesor de pediatría y neurología del Hospital de Niños de Seattle.
El trastorno fue observado por investigadores del CDC que están efectuando seguimiento a más de 1200 embarazos afectados por el virus de zika en Brasil, ha dicho Ted Pestorius, coordinador asistente de incidentes para la respuesta al virus por el CDC.
Aunque el hallazgo aún no se ha publicado en ninguna revista científica médica, Pestorius ha compartido el descubrimiento con medios de comunicación que asistieron a la conferencia de prensa sobre el virus de zika que organizó el Departamento de Desarrollo Económico de Georgia.
El CDC no ha proporcionado más detalles sobre el estudio pero dispone de informes de casos en los que se describe una especie de microcefalia de inicio tardío que los médicos no pueden detectar en las ecografías pero que se diagnostica poco después del nacimiento.
César Victora, epidemiólogo de la Universidad Federal de Pelotas en Brasil y miembro del equipo que ha estado documentando con detalle los desenlaces de lactantes nacidos de madres infectadas en Brasil, ha confirmado que estos casos estaban ocurriendo.
Los lactantes con microcefalia de inicio tardío han nacido de madres infectadas durante el tercer trimestre del embarazo, ha comentado Pestorius.
Por su parte, Dobyns ha afirmado que “hay que ser cauteloso en cuanto a conectar la microcefalia de presentación tardía con una exposición en el tercer trimestre. Es muy prematuro», ha precisado y ha asegurado que está al tanto de los datos no publicados y que están basados en un número relativamente bajo de casos.
Para Dobyns queda claro que los fetos infectados por el virus de zika pueden nacer con cabeza de tamaño normal y lesiones cerebrales graves.
En Ecuador aún no hay cambios en directrices
Karla Alvarado, epidemióloga del Hospital Abel Gilbert (HAGP) de Guayaquil, ha asegurado a REDACCIÓN MÉDICA que “las directrices del Ministerio de Salud Pública (MSP) todavía no tiene una actualización de lo que el CDC nos está describiendo”.
Sin embargo, ha asegurado que el sistema público realiza un seguimiento exhaustivo de las madres embarazadas en el país para “evitar que se contagien de zika”.
“Actualmente no tenemos casos registrados de microcefalia” pero los niños que han nacido de madres contagiadas de zika (10) “son monitoreados permanentemente” y el seguimiento se realiza hasta el año y medio, “dentro de ese período podremos ver alguna alteración o ninguna”, ha añadido.
Alvarado ha asegurado que la actualización del MSP “es constante, pero el zika es una enfermedad que no la teníamos, por eso la retroalimentación por parte de los expertos es permanente y las directrices se las socializa a nivel general, no solo en la red del ministerio, sino también con la red complementaria”, ha comentado.
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