Sinónimos: CCHF
Fiebre del Congo
Fiebre hemorrágica de Crimea
Fiebre hemorrágica del Congo

Prevalencia: Desconocido

Herencia:
Edad de inicio o aparición: Cualquier edad

 

Resumen

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) es una enfermedad zoonótica causada por el virus CCHF y transmitida por garrapatas que se caracteriza por fiebre inicial, dolor de cabeza y malestar, seguido de síntomas gastrointestinales y, en casos graves, sangrado, shock y fallo multiorgánico.

El CCHF es endémico en toda África, Balcanes, Oriente Medio y Asia occidental. Los casos suelen ser esporádicos, aunque se han producido pequeños brotes nosocomiales cuando no se han mantenido las prácticas de control de la infección adecuadas. Se han descrito unos 500 casos por año en el mundo, aunque se carece de una vigilancia sistemática.

El periodo de incubación es normalmente de 3-7 días desde la exposición al animal y 1-3 días desde la picadura de una garrapata. Los pacientes normalmente presentan un inicio abrupto de signos y síntomas no específicos que incluyen fiebre, malestar, dolor de cabeza, dolor en el pecho, y mialgia/artralgia seguido rápidamente por síntomas gastrointestinales (diarrea, nausea, vómitos) y, en casos graves, erupciones. Los casos graves desarrollan sangrado (equimosis, hemorragia subconjuntival y gastrointestinal), afectación neurológica (desorientación, convulsiones, coma), shock, y fallo multiorgánico. A menudo se observa en la presentación leucopenia de leve a moderada y trombocitopenia y normalmente se desarrolla coagulación intravascular diseminada (CID), mejor evidenciada por la presencia de dímero-D.

Las fiebres hemorrágicas víricas están causadas por más de 25 virus diferentes. El virus CCHF es miembro de la familia Bunyaviridae, género Nairovirus. El virus se mantiene en la naturaleza en un ciclo entre pequeños mamíferos y garrapatas, principalmente del género Hyalomma. Las garrapatas también propagan el virus CCHF al ganado doméstico, que se convierte en portador virémico transitorio y asintomático. Los humanos se infectan por la picadura de garrapatas o por la exposición a sangre o excrementos contaminados de reservorios o de animales domésticos que sean portadores virémicos transitorios. Las personas en situación de mayor riesgo son granjeros, trabajadores de mataderos y veterinarios. La trasmisión humano-humano se produce a través del contacto directo con sangre o fluidos corporales de personas infectadas.

Las modalidades de diagnóstico más comunes incluyen el cultivo celular (restringido a laboratorios de bioseguridad nivel 4), test serológicos como el ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) o la determinación de anticuerpos por inmunofluorescencia directa (IFA) y reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR). Debido a que no hay ensayos comerciales disponibles actualmente, estos test se realizan normalmente sólo en unos pocos laboratorios especializados.

La CCHF es difícil de diferenciar de otras enfermedades febriles, al menos al inicio de la enfermedad. Deben ser excluidas la malaria, fiebre tifoidea, leptospirosis, las infecciones por rickettsias (consulte estos términos) y la meningococemia.

Los pacientes deben ser aislados y deben utilizarse las mismas precauciones que con el resto de fiebres hemorrágicas víricas (protectores faciales, mascarillas quirúrgicas, guantes dobles, batas quirúrgicas y delantales) para prevenir la transmisión nosocomial. Aunque hay escasos datos controlados, el medicamento ribavirina, un análogo de nucleósido, parece ser eficaz para el CCHF. Por lo demás, el tratamiento generalmente sigue las directrices para la septicemia grave. Debe considerarse la administración de antibióticos anti-malaria y de amplio espectro hasta que el diagnóstico de CCHF pueda ser confirmado. Las personas que han tenido contacto sin protección con personas con CCHF deben ser monitorizadas y debe considerarse un tratamiento post-exposición con ribavirina oral.

La tasa de letalidad es del 15-30%. El pronóstico es desfavorable si se dan: shock, sangrado, manifestaciones neurológicas, viremia elevada, niveles aumentados de aspartato aminotransferasa (AST > 150 IU/L) y embarazo. Aunque la convalecencia puede durar hasta un año, los supervivientes no suelen padecer secuelas duraderas.

 

 

Revisores expertos

  • Dr Daniel BAUSCH
  • Andrew BENNETT

 

 


Fuente: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease_Search.php?lng=ES&data_id=14400&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=Fiebre-hemorr-gica-del-Congo&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat&Enfermedade%28s%29/grupo%20de%20enfermedades=Fiebre-hemorr-gica-de-Crimea-Congo–Fiebre-hemorr-gica-del-Congo-&title=Fiebre-hemorr-gica-de-Crimea-Congo–Fiebre-hemorr-gica-del-Congo-&search=Disease_Search_Simple