Solo existen 200 casos documentados de esta enfermedad en todo el mundo
Un investigador español descubre un tratamiento que podría mejorar la esperanza de vida de pacientes con progeria
Uno de los mayores problemas de las enfermedades raras es que afectan a un número tan escaso de personas que se tiene muy poca información al respecto y, en muchos casos, apenas tienen investigaciones detrás que ayuden a diagnosticarlas, tratarlas o a encontrar la raíz del problema.
Esto mismo le ha pasado a Raizel Calago, una adolescente de 16 años que lleva dos años haciendo frente a su peor pesadilla: un envejecimiento prematuro que le hace parecer una mujer de 50 años, causado por una enfermedad genética degenerativa que acelera el envejecimiento a un ritmo descomunal.
Años atrás, siendo solo una preadolescente, Raizel concursaba en certámenes de belleza, hasta que de repente empezó a notar la aparición de arrugas y signos de envejecimiento como la flacidez por todo su cuerpo: cara, cuello, escote, brazos, estómago, entre muchos otros lugares que le hacían parecer una mujer de mediana edad.
Su apariencia le hacía sentir tanta inseguridad que dejó atrás los concursos y certámenes de belleza, incluso dejó de quedar con sus amigos para no tener que salir de casa y así la gente no le preguntaría por su aspecto envejecido. Una pregunta que Raizel no quería hacer frente porque ni ella misma sabía la respuesta, no entendía por qué había envejecido tanto en un periodo tan corto de tiempo y siendo todavía solo una adolescente.
Después de acudir a varios médicos, finalmente fue un endocrino clínico de prestigio quien le diagnosticó progeria: una enfermedad rara donde solo hay 200 casos documentados en todo el mundo. La manifestación más destacada de esta enfermedad es el arrugamiento o envejecimiento de la piel y el retraso del crecimiento.
El cuerpo de Raizel está envejeciendo a un ritmo vertiginoso, pero su aspecto físico es el menor de los problemas de esta enfermedad que también afecta a los órganos vitales: «Uno de los problemas que esperamos es el ataque al corazón, la insuficiencia cardíaca o el aumento del riesgo de accidente cerebrovascular», explicaba su doctor añadiendo también que «La osteoporosis es muy común».
Por desgracia a día de hoy no existe una cura para esta enfermedad y lo único que se puede hacer es tratar los problemas cardiovasculares y los esqueléticos. Para ayudar a la joven en su lucha, la familia ha abierto una cuenta bancaria para recibir donaciones que contribuyan a pagar los costes de los tratamientos.
Redacción Barcelona