El cisplatino es con frecuencia una terapia eficaz para el cáncer pediátrico, pero también se sabe que causa pérdida auditiva permanente en algunos pacientes. El tratamiento con cisplatino puede resultar en una mayor cantidad de pérdida auditiva en niños muy pequeños en comparación con los efectos del fármaco en niños mayores, según un estudio publicado en Cancer. El cisplatino es con frecuencia una terapia eficaz para el cáncer pediátrico, pero también se sabe que causa pérdida auditiva permanente en algunos pacientes.
Estudios anteriores han encontrado que hasta el 60% de los niños tratados con cisplatino experimentan pérdida de audición.
Los investigadores examinaron datos de 368 niños con cáncer que fueron tratados con cisplatino y se sometieron a evaluaciones audiológicas. Se realizaron un total de 2052 evaluaciones y todos los participantes del estudio dejaron de tomar cisplatino en los 3 años posteriores al inicio del tratamiento.
El estudio encontró que el 75% de los pacientes de 5 años o menos experimentaron pérdida auditiva relacionada con el tratamiento con cisplatino 3 años después de comenzar la terapia, en comparación con el 48% de los pacientes mayores de 5 años. A los 3 meses después del inicio de la terapia, el 27% de los participantes de 5 años o menos habían experimentado pérdida de audición relacionada con el cisplatino, que aumentó al 61% 1 año después del inicio de la terapia.
La pérdida de audición más extrema se asoció con una dosis total más alta de cisplatino a los 3 meses, prescripciones conjuntas del fármaco de quimioterapia vincristina y una mayor duración de los antibióticos administrados concomitantemente.
“El monitoreo audiológico en cada ciclo de tratamiento con cisplatino permitirá que la investigación avance más rápidamente para encontrar la base mecanicista de por qué los niños más pequeños son más vulnerables a la pérdida auditiva y cuál es la mejor manera de proteger la audición mientras reciben esta terapia que salva vidas”, dijo Bruce Carleton , PharmD, investigador y director del Programa de Resultados Farmacéuticos del BC Children’s Hospital en Vancouver, Columbia Británica, en un comunicado de prensa.
Los autores del estudio señalan que actualmente se desconoce el mecanismo responsable de la mayor incidencia de pérdida auditiva en niños más pequeños. Sugieren que es posible que las estructuras que maduran dentro del oído pueden ser más susceptibles a la toxicidad del cisplatino, lo que hace que el efecto adverso sea más común.
En un editorial que acompaña al estudio, Penelope Brock, MD, PD, MA, del Great Ormond Street Hospital en Londres, enfatizó que estos resultados ofrecen nuevos conocimientos sobre un efecto directo grave del cisplatino en los niños con implicaciones considerables en la calidad de vida de estos pacientes. Además, expresa su esperanza de que este estudio pueda ayudar a iniciar el proceso de desarrollo de un nuevo estándar de atención para los niños que reciben cisplatino.
Skylar Kenney, Asistente Editor
