Un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicine muestra los prometedores resultados de una terapia génica para el tratamiento de la inmunodeficiencia severa combinada por deficiencia de adenosina desaminasa. 48 de 50 niños con esta enfermedad hereditaria que afecta al sistema inmunitario han mostrado una mejoría significativa tras ser tratados con la terapia génica, desarrollada por Investigadores de la Universidad de California los Ángeles y el Great Ormond Street Hospital de Londres.
La inmunodeficiencia severa combinada por deficiencia de adenosina desaminasa es un trastorno hereditario causado por mutaciones en el gen ADA. Este gen codifica para una proteína responsable de eliminar una molécula tóxica generada cuando se producen daños en el ADN. La proteína adenosina deaminasa es especialmente activa en los linfocitos, por lo que su déficit influye en la función de estas células como parte del sistema inmunitario. Como consecuencia, los niños con alteraciones en gen ADA resultan especialmente vulnerables frente a infecciones.
Habitualmente, la inmunodeficiencia severa combinada por deficiencia de adenosina desaminasa es diagnosticada a los pocos meses de edad y si no es tratada los pacientes mueren. Dentro de las opciones terapéuticas existe la posibilidad de realizar una terapia que proporcione la enzima ADA o recurrir a un trasplante de células madre hematopoyéticas. No obstante, ambas estrategias tienen limitaciones. A largo plazo, la terapia de reemplazo enzimático no puede recuperar completamente la función inmunitaria y los trasplantes dependen de la disponibilidad de donantes y de otros factores que conllevan complicaciones.
Los equipos de investigadores de la Universidad de California Los Ángeles y el Great Ormond Street Hospital de Londres han trabajado en una aproximación terapéutica alternativa. Una terapia génica autóloga, que suministre el gen ADA a las propias células de los pacientes.
El método consiste en obtener células madre hematopoyéticas de los pacientes (con capacidad para generar cualquier tipo celular sanguíneo), introducirles una copia normal del gen ADA a través de un vector vírico y transferir de nuevo las células al paciente. Para optimizar la seguridad de los vectores víricos los investigadores desarrollaron un vector lentiviral modificado para no ser infeccioso que, además, incorpora cambios para prevenir su integración en el genoma.
El estudio publicado en The New England Journal of Medicine muestra los prometedores resultados de tres ensayos clínicos donde se ha evaluado la seguridad y eficacia de la terapia, denominada, EFS-ADA LV. En primer lugar, los investigadores indican que, dos años tras el tratamiento, los 50 niños tratados seguían vivos.
Ninguno de los pacientes experimentó resultados adversos graves o complicaciones asociadas al crecimiento anormal de linfocitos. Además, en 48 de los 50 niños las células modificadas y trasplantadas restauraron la actividad de la adenosina desaminasa lo suficiente como para mejorar la función del sistema inmunitaria. “Todos los pacientes están vivos y bien, y en el 95% de ellos la terapia parece haber corregido sus problemas en el sistema inmunitario”, señala Donald Kohn, profesor de microbiología, inmunología y genética molecular en la Universidad de California Los Ángeles. “El tratamiento fue exitoso en los 50 casos menos en dos niños que pudieron volver a las terapias y tratamientos estándar, uno de los cuales recibió un trasplante de médula ósea”, señala Kohn.
De momento, la aproximación terapéutica utilizada es experimental y serán necesarios más estudios para confirmar su seguridad y eficacia. Si los resultados se mantienen, la terapia génica para la inmunodeficiencia severa combinada por deficiencia de adenosina desaminasa podría tener un impacto muy beneficioso para los pacientes.
En la actualidad, el tratamiento con enzima ADA requiere inyecciones periódicas que contienen la enfermedad, pero tiene complicaciones asociadas. La estrategia más permanente del trasplante depende de la existencia de donantes y también tiene limitaciones. Una terapia génica, podría ofrecer una solución duradera a los pacientes. “Si se aprobara en el futuro, este tratamiento podría ser estándar para la inmunodeficiencia severa combinada por deficiencia de adenosina desaminasa y potencialmente útil para muchas otras condiciones genéticas, eliminando la necesidad de encontrar donantes para un trasplante de médula ósea y los efectos secundarios tóxicos que se asocian a menudo a ese tratamiento, destaca Claire Booth especialista de Inmunología y Terapia Génica del Great Ormond Street Hospital y una de las primeras firmantes del trabajo.
Amparo Tolosa, Genotipia
Fuente: https://genotipia.com/genetica_medica_news/terapia-genica-inmunodeficiencia/