Un nuevo estudio publicado en Cancer Cell ha revelado un mapa detallado del genes, proteínas, células infiltrantes y vías de señalización que desempeñan funciones clave en el glioblastoma.
Esta investigación, realizada en base a 99 tumores de otros tantos pacientes, es el esquema más grande y detallado de este tumor cerebral mortal, y ha sido capaz de identificar nuevas proteínas activadas, en particular PTPN11 y PLCG1, que sirven como centros de señalización que impulsan el crecimiento tumoral en algunos pacientes; revelaron patrones de expresión génica involucrados en la transición epitelial a mesenquimatosa, común en la formación de tumores; identificó cuatro categorías diferentes para clasificar el glioblastoma, según el número y los tipos de células inmunitarias presentes en los tumores; y determinó cómo una modificación de la proteína poco estudiada, la acetilación, puede explicar algunas diferencias funcionales entre los subtipos de glioblastoma.
El trabajo demuestra que es probable que los tumores individuales respondan de manera diferente a las terapias dirigidas, de forma que pueden observarse cuatro categorías separadas: los tumores de tipo 1 contienen una gran cantidad de células inmunitarias llamadas macrófagos y algunas células T; los tumores de tipo 2 tienen un número moderado de macrófagos; los tumores de tipo 3 incluyen un gran número de células T y algunos macrófagos; y los tumores de tipo 4 son lo que los autores definen como un desierto inmunológico, con pocas o ninguna célula inmunitaria de ningún tipo.
Por lo tanto, una inmunoterapia que se dirija a los macrófagos, por ejemplo, podría funcionar bien en pacientes con tumores de tipo 1, pero no en absoluto en pacientes con tipo 4. Aún así, un ensayo clínico que agrupe a todos los pacientes puede que no muestre que tal medicamento funcione en absoluto cuando se promedia entre todos los pacientes.
Redacción / Cancer Cell