Al concluir 2020, Claudia Peña Testa, titular de la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad, adscrita a la Dirección General de Atención a la Comunidad, informó que la Universidad identificó y contactó a 870 estudiantes que declararon tener alguna discapacidad, mayoritariamente visual y motriz.

La ubicación de este sector en la comunidad universitaria se realizó a través del Set Corto de Washington, herramienta que utiliza la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud.

Esta labor se efectúa en colaboración con la Dirección General de Administración Escolar, mediante la cual la Universidad Nacional robustece la inclusión y el mejoramiento de los entornos de su comunidad con discapacidad.

Peña Testa detalló que de los 870 jóvenes contactados, 138 manifestaron algún grado de dificultad para hacer ciertas tareas por sí mismos, como cuidado personal, vestirse o acudir al sanitario.

“Hemos reforzado nuestras acciones porque hay gente que cuando está cursando la carrera o el bachillerato adquiere la discapacidad, y en ocasiones eso no lo sabemos. Actualmente, la mayoría se encuentra en las facultades de Estudios Superiores Aragón, Cuautitlán y Acatlán”, dijo.

Acciones

Ante esta situación, se abrieron cursos especializados en la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación para personal docente, referentes a la creación de contenidos accesibles.

Además, se exhortó a la plantilla de la Universidad a que en el proceso para transitar de las actividades presenciales a las impartidas en línea, no se omitan las herramientas para el alumnado con discapacidad.

“Hay quienes no tienen herramientas digitales que les permitan convertir textos en audio o un sistema operativo que les posibilite descargar videos con subtítulos. Ellos han buscado la forma de obtener los materiales que dejan en su curso, lo que les conlleva más tiempo de entrega, por lo que se ha conminado a sus profesores a la comprensión”, manifestó Claudia Peña.

Lo más importante, continuó, es que todas las áreas universitarias están conscientes de que tenemos que generar las mejores condiciones de atención.

“La prueba es que tenemos enlaces en todas las entidades de la UNAM, porque la idea es que podamos crear una red de apoyo para que, entre todos, sea más fácil transitar a modelos más accesibles e inclusivos”, sostuvo.

En el confinamiento

Victoria Valenciana Carranza, alumna de la licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias, compartió su experiencia: “Estudiar a distancia para mí y otros compañeros con discapacidad auditiva ha venido bastante bien en muchos sentidos; tengo material de lectura disponible, me comunico con ellos mediante texto, no tengo por qué dejar una clase debido a la acústica del salón o que el grupo sea muy grande y tenga que sentarme atrás”.

La pandemia, consideró, permitió abrir la puerta a una discusión más abierta y pertinente acerca de la inteligencia emocional y la salud mental, lo cual es un gran avance.

Para Monserrat León Flores, alumna con discapacidad visual de la Preparatoria 9, Pedro de Alba, la pandemia resultó conveniente porque está más tiempo en familia, explota su poder creativo y tiene los objetos cerca: “Mi hogar es un espacio seguro”.

No obstante, la dificultad que enfrenta es cuando los profesores ofrecen sus clases con archivos que son sólo imágenes, por lo que tiene que solicitar asistencia.


Leonardo Frías

Fuente: https://www.gaceta.unam.mx/fortalece-la-universidad-inclusion-de-estudiantes-con-discapacidad/