Hasta ahora, las manifestaciones cutáneas causadas por el Covid-19 estaban poco caracterizas. Un trabajo publicado en la revista British Journal of Dermatology,y que ha recibido el apoyo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, ha arrojado que las lesiones cutáneas se pueden clasificar en cinco patrones asociados a un pronóstico específico de la infección por Covid-19.
En el 19% de los casos se detectaron erupciones acrales que aparecían como áreas de eritema o violáceas, vesículas y pústulas (pseudo-sabañones). Estas lesiones pueden parecerse a los sabañones y tener áreas purpúricas que afecten a las manos y los pies. Este tipo de lesiones se han detectado en pacientes más jóvenes, en las etapas tardías de la enfermedad y con una duración de 12,7 días. Estaban asociados a un pronóstico menos grave.
Por su parte, un 9%de los casos presentaba erupciones vesiculosas en el tronco, que consistían en pequeñas vesículas monomórficas. Asimismo, se pudo observar que también podían aparecer en las extremidades, tener contenido hemorrágico y hacerse más grandes o difusos. Se asoció a una gravedad intermedia y en pacientes de edad media.
La urticaria se presentó en el 19% de los casos, en el tronco o expandida por todo el cuerpo y, en alguna ocasión, en la palma de la mano. Estas manifestaciones se han observado en pacientes más graves al mismo tiempo que otros síntomas vinculados al Covid-19.
Las lesiones más frecuentes han sido las máculo-pápulas que se han visto en pacientes graves
Las lesiones más frecuentes (47% de los casos) han sido las máculo-pápulas con un cuadro dermatológico similar al de otras infecciones víricas. En ocasiones muestra patrones específicos, cómo la distribución peri-folicular, o similar a pitiriasis rosada o eritema multiforme. Duran 8 o 9 días de media y también se han visto en pacientes más graves.
Finalmente, la livedo-reticularis y la necrosis, se han encontrado en el 6% de los casos; pacientes de más edad y más graves. Estos pacientes mostraron diferentes grados de lesiones que sugerían enfermedad vascular oclusiva, incluidas áreas de isquemia troncal o acral.
