Aún cuando el mundo gira en torno al nuevo coronavirus, investigadores dan continuidad a estudios de las demás epidemias y enfermedades.
La inmunidad por dengue contra zika no está mediada por anticuerpos
Así lo ha demostrado una investigación realizada por el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), dirigida por el doctor Carlos Sariol, director de la Unidad de Medicina Comparada del Laboratorio de Virología del Caribbean Primate Research Center (CPRC) de la UPR y del Programa de Flavivirus de la Escuela de Medicina del RCM.
El trabajo de investigación titulado “El control efectivo de la replicación temprana del virus del Zika por la inmunidad al dengue se asocia con el período de tiempo entre las 2 infecciones, pero no está mediado por anticuerpos“, fue aceptado en días recientes por la revista PLOS Neglected Tropical Diseases para su publicación.
El estudio revela que, la infección por Zika puede tener el efecto de controlar la multiplicación del virus del dengue en el organismo y por tanto limitar las consecuencias graves de esta enfermedad. Es decir, la infección del zika controlaría la del dengue.
Este año, los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) dieron una contribución de $3.5 millones para que se continúen realizando investigaciones en pro de desarrollar nuevas opciones terapéuticas contra estas dos enfermedades.
Por su parte, el Dr. Carlos Sariol, comentó a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) que, el propósito de esta investigación es entender cómo interactúan dos virus que circulan a la misma vez en una misma área geográfica. En este caso, los virus del dengue y del zika, pertenecientes a la misma familia.
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La investigación en medio del confinamiento
Actualmente, cuando el nuevo coronavirus tiene todo el protagonismo, el reto de estos investigadores es no frenar los estudios, pues hasta el momento las demás epidemias y enfermedades siguen vigentes.
“Obviamente en este momento hay una situación muy compleja porque se ha sumado el COVID-19, pero eso no puede ocultar que el dengue sigue circulando. La del virus del Zika ha cesado, básicamente no se está identificando después de la gran epidemia, pero por el historial que tienen estos virus, es probable que en algún momento aparezca nuevamente”, advierte el investigador.
El trabajo que es la continuidad de una investigación publicada por la prestigiosa revista científica Nature Communications en 2019, esclarece cuáles son los mecanismos de protección cruzada entre los dos virus.
“Lo que nosotros hicimos fue tratar de responder dos preguntas: el tiempo que pasa entre el dengue y el zika, importante para la protección parcial que sabíamos que existía, y cuál era el mecanismo básico detrás de esa protección”, explicó el Dr. Sariol.
Ante esto, el director de la investigación Carlos Sariol aclaró que las respuestas encontradas fueron:
“Primero, que parecería ser que efectivamente, un período de básicamente dos años o tres años puede ser un período en el cual una infección por dengue puede aún dar protección contra zika. Pero más allá de los tres años, quizás la protección no sea tan efectiva. Pero más importante que eso, pudimos determinar que cuando el período de infección de las dos infecciones son básicamente de un año que estamos 12 en 12 meses, pues la protección es mucho más efectiva que cuando ha pasado más tiempo. Así que la protección parcial que poco consideren la infección por dengue contra el zika es tiempo dependiente de las infecciones. Y la segunda respuesta fue que encontramos fue que dentro de los brazos del sistema inmune dados por los anticuerpos que están en nuestro sistema, circulando en nuestra sangre. Existen otras ramas que es lo que se conoce en la rama celular o las células T que participan en este tipo de defensa, pues nosotros encontramos que básicamente los anticuerpos no juegan un rol en esa protección o el rol que juegan es mínimo. Si alguno que parecería que esta protección está más mediada por las células T del brazo celular de la respuesta inmune con interacción con la respuesta innata, y esos resultados son muy importantes, puesto que tienen implicaciones hasta para el diseño de vacunas efectivas”.
El doctor concluyó argumentando que hasta el momento no hay una vacuna completamente efectiva.
“En Estados Unidos se aprobó una contra el dengue, pero tiene algunas restricciones para su uso. Una de las restricciones que tiene para su uso, es que no se puede utilizar en niños menores de 9 años y ni en personas que no hayan tenido dengue, sino una vacuna que se puede utilizar en personas que ya hayan tenido al menos una infección por dengue. Y eso se relaciona directamente de una forma muy estrecha con los resultados que se publicaron, porque esa vacuna está dirigida fundamentalmente a inducir anticuerpos como mecanismo de protección”.
“Exactamente más que descubrir una vacuna, esta investigación lo que hace es dar las herramientas y conocimiento para guiar hacia dónde debe ir el desarrollo de una vacuna”, agregó.
Por su parte, Carlos Sariol insistió en que, aún cuando se esté en estado de confinamiento por el COVID-19, ellos siguen con los estudios de manera más lenta y dependiendo de las restricciones de los laboratorios, pero deben dar continuidad para no perder la data obtenida hasta el día de hoy.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública