Estados Unidos y China iniciaron esta semana las pruebas con humanos de la vacuna contra el coronavirus que por ahora ha infectado a más de 198.000 personas y ha matado a más de 7.900 y cuyo epicentro de la pandemia se sitúa ahora en Europa.
En China, la vacuna recombinante para la enfermedad COVID-19, fue desarrollada por la Academia de Ciencias Médicas Militares de China en Wuhan, informó la Televisión Central de China (CCTV).
Chen Wei, el líder del equipo de investigación de la academia, dijo que todos los preparativos se han hecho para la «seguridad, eficacia, calidad controlable y producción en masa» de la vacuna.
El equipo de Chen llevó a cabo investigaciones relevantes sobre farmacología de seguridad, farmacodinámica, toxicología general y otras, en base a su éxito previo en el desarrollo de una vacuna contra el Ébola, según CCTV.
En Estados Unidos, las autoridades sanitarias de EE.UU. administraron este lunes por primera vez a un humano la vacuna conocida como RNA-1273 en un centro de investigación en Seattle.
En esta primera fase, la vacuna se administrará a un total de 45 voluntarios, todos ellos adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad. Estas personas participarán a lo largo de seis semanas en el experimento, destinado a evaluar diferentes dosis del producto para comprobar su seguridad.
Según el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID), que forma parte de los NIH y ha desarrollado la vacuna junto a la compañía de biotecnología Moderna, el proyecto de inoculación frente al coronavirus ha tenido resultados prometedores en modelos animales.
Al menos un año para que la vacuna sea de uso público
El estudio de la vacuna ha avanzado a una «velocidad récord», ha asegurado el director del NIAID, Anthony Fauci, quien también precisó la semana pasada que no espera que haya una vacuna disponible para el uso público hasta al menos un año, de 12 a 18 meses.
Otros laboratorios del país y de todo el mundo están tratando de desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus, partiendo de diferentes enfoques. En el caso de la inoculación probada por el NIAID, se ha desarrollado gracias a estudios previos sobre los coronavirus que ocasionaron las epidemias de SARS y MERS.
Para la mayoría de las personas, el nuevo coronavirus sólo causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, incluyendo la neumonía.
La gran mayoría se recupera. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas con enfermedades leves se recuperan en unas dos semanas, mientras que las que tienen enfermedades más graves pueden tardar de tres a seis semanas.
En todo el mundo, la pandemia de coronavirus ha infectado a más de 198.000 personas y ha matado a más de 7.900.
Hasta ahora se han recuperado más de 81.000 personas, principalmente en China.
Marta Rodriguez Martinez