Estados Unidos:
La T CAR seguida de trasplante de médula ósea logra que un paciente con LMA permanezca libre de enfermedad tras nueve meses de administrado el tratamiento.
En el último año y medio se han publicado distintos estudios que han demostrado la eficacia de la inmunoterapia con linfocitos T CAR frente a distintas enfermedades oncohematológicas –los denominados ‘cánceres de la sangre’–. Unos trabajos que posibilitaron que la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) diera luz verde el pasado mes de verano a sendas de estas terapias para el tratamiento, por un lado, de menores y jóvenes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) refractaria y, por otro, de adultos con linfoma difuso de células B grandes –uno de los tipos de linfoma no Hodgkin más comunes–. Pero aún hay más. Los estudios también han mostrado los beneficios de esta T CAR en el mieloma múltiple e, incluso, en tumores sólidos, caso del glioblastoma multiforme –el tumor cerebral más prevalente y letal–. Y ahora, investigadores del Centro Oncológico H. Lee Moffitt en Tampa (EE.UU.) han logrado curar, por primera vez, a un paciente con leucemia mieloide aguda (LMA) gracias a la T CAR y sin tener que recurrir a la quimioterapia.
Como explica David Sallman, director de este estudio publicado en la revista «Haematologica», «es importante destacar que se trata de la primera vez que la inmunoterapia T CAR ha inducido una remisión en la LMA. Y asimismo, que también es la primera ocasión en la que la T CAR ha sido efectiva sin la necesidad de quimioterapia de preacondicionamiento». Emily Whitehead fue la primera paciente con otra tipo de leucemia -leucemia linfoblástica aguda- curada gracias a esta técnica.
Paciente curado
La LMA es un tipo de cáncer de la sangre que, causado por una maduración incorrecta de las células madre de la médula ósea que dan lugar a los glóbulos blancos –concretamente, a los leucocitos denominados ‘granulocitos’–, representa hasta un 40% de todos los casos de leucemia que se producen en el mundo occidental. Un tipo de leucemia que, prácticamente exclusivo de los adultos, resulta mortal a los cinco años del diagnóstico en hasta un 90% de los mayores de 65 años. Y es que si bien la quimioterapia inicial es eficaz para erradicar la enfermedad, la LMA vuelve a aparecer en hasta dos terceras partes de los casos, por lo general con un pronóstico fatal. Sin embargo, parece que la inmunoterapia T CAR también es muy eficaz frente a este tipo de leucemia.
Pero, exactamente, ¿en qué consiste este tratamiento? Pues la T CAR, también denominada ‘transferencia adoptiva de linfocitos T’ o ‘terapia de linfocitos T con receptor de antígeno quimérico (CAR)’ y que ha sido calificada por la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) como el avance más importante alcanzado en la investigación en 2017, es un tipo de inmunoterapia para el cáncer en la que se extraen linfocitos T del propio paciente, se cultivan en el laboratorio y, una vez alcanzan un número considerable, se vuelven a introducir –o según la terminología científica, ‘transferir adoptivamente’– en el enfermo para que combatan el tumor. Una terapia que, entre otras ventajas, permite que linfocitos extraídos para su cultivo sean manipulados genéticamente con objeto de potenciar su actividad anticancerígena.
El estudio demuestra que la terapia T CAR es una opción viable en el tratamiento de los pacientes con LMA
Concretamente, lo que se hace en la T CAR es añadir a estos linfocitos un receptor de antígeno quimérico –o ‘CAR’– específicamente diseñado para rastrear y destruir a un invasor –o ‘antígeno’– específico, en este caso para localizar una proteína que se encuentra en la superficie de las células de la LMA.
Pero, ¿funciona? Pues sí. Los resultados publicados sobre un único paciente con LMA del estudio THINK –siglas en lengua inglesa de ‘Inmunoterapia Terapéutica con NKG2D’–, ensayo clínico en fase I aún en desarrollo, muestra cómo la T CAR CYAD-01 seguida de trasplante de médula ósea ha permitido que el paciente haya permanecido completamente libre de enfermedad transcurridos nueves meses desde la administración del tratamiento.
Sin quimioterapia
En este contexto, debe tenerse en cuenta que, por lo general, la T CAR se suele administrar una vez el paciente ha recibido una quimioterapia previa de ‘preacondicionamiento’, cuyo objetivo es ‘mermar’ el sistema inmune para dejar ‘hueco’ a las nuevos linfocitos T genéticamente modificados. Sin embargo, en el estudio THINK no ha hecho falta recurrir a este tipo de quimioterapia –ni a ninguna otra–, lo cual evita muchos efectos secundarios.
Como concluye David Sallman, «nuestros resultados con un paciente muestran que la terapia T CAR es una opción viable en el tratamiento de la LMA. El siguiente paso será coger lo que hemos aprendido en este estudio inicial y ampliar el ensayo clínico».
ABC.es
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Fuente: http://bit.ly/2FYOL9j