Estados Unidos:

Según una historia de la BBC, solo hay unas diez personas en el mundo que actualmente viven con una vejiga de reemplazo derivada de sus propias células. Una de estas personas es Luke Massella. Tenía que obtener un reemplazo de vejiga debido a complicaciones causadas por la enfermedad rara espina bífida.

Sobre la espina bífida

La espina bífida es un defecto congénito en el cual la columna vertebral no se cierra completamente alrededor de la médula espinal. El área más típicamente afectada es la parte inferior de la espalda, pero también puede aparecer a lo largo de la parte media de la espalda o el cuello. Hay varios tipos diferentes que varían en su gravedad. El defecto se ha relacionado con una combinación de factores ambientales y genéticos. Algunos factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, deficiencia de ácido fólico durante el embarazo, diabetes, obesidad, uso de medicamentos anticonvulsivos, descenso blanco o hispano y consumo de alcohol. Las chicas son más susceptibles que los chicos. Los síntomas varían ampliamente en gravedad, pero pueden incluir caminar mal o la incapacidad para caminar, movimientos anormales del ojo, debilidad o parálisis de la pierna, pie zambo, escoliosis, afecciones de la piel, función renal deficiente e incontinencia. Algunos pacientes pueden tener anomalías neurológicas o problemas de aprendizaje. El tratamiento generalmente implica cirugía.

La historia de Luke

Es justo decir que Luke tuvo un caso más grave de espina bífida. Los médicos le dijeron a sus padres que nunca sería capaz de caminar, y para la edad de diez años, había soportado varias cirugías diferentes. A pesar del sombrío panorama, Luke eventualmente ganó su habilidad para caminar, pero lamentablemente las complicaciones con su vejiga causaron insuficiencia renal. Luke se enfrentó a la desagradable perspectiva de tener que someterse a diálisis por el resto de su vida.

Sin embargo, los cirujanos del Boston’s Children Hospital tomaron un pequeño fragmento de tejido de la vejiga de Luke y pudieron cultivar una vejiga nueva en un laboratorio. En una operación quirúrgica de catorce horas, se instaló la nueva vejiga. Una gran ventaja de hacer que un laboratorio crezca la vejiga es que el paciente no tendrá que preocuparse por el rechazo, lo cual puede ser una preocupación importante durante la cirugía de trasplante convencional.

Luke tiene 27 años y desde entonces, esta notable cirugía le ha permitido vivir una vida más o menos normal.

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