Según una historia de la Fundación Nacional de Hemofilia, un estudio reciente examinó la prevalencia y el impacto de la enfermedad cardiovascular entre los pacientes con hemofilia. En general, se supone que las personas con la enfermedad están mejor protegidas de las enfermedades cardiovasculares, pero no hay una gran cantidad de datos sólidos que respalden esta afirmación. El estudio incluyó pacientes de un total de 19 centros de tratamiento diferentes en los EE. UU. E involucró a un total de 200 pacientes con hemofilia de moderada a grave.
La hemofilia es un trastorno hemorrágico que se caracteriza por una reducción en la capacidad de una persona afectada para formar coágulos de sangre, que son un componente esencial de la curación de heridas. Las personas con hemofilia generalmente sangran durante un período de tiempo más prolongado después de una lesión en comparación con una persona no afectada. Otros síntomas incluyen hematomas fácilmente y un mayor riesgo de hemorragia interna en las articulaciones y el cerebro. El sangrado en las articulaciones puede provocar un daño permanente y la hemorragia cerebral puede causar dolores de cabeza, convulsiones o pérdida de la conciencia a largo plazo. La hemofilia es causada por una mutación genética que causa una deficiencia en los factores de coagulación; en la hemofilia A, el factor que falta es el factor VIII, y en la hemofilia B, el factor que falta es el factor IX. El tratamiento implica suplementar los factores faltantes, pero algunos pacientes desarrollan anticuerpos contra los factores, lo que complica el tratamiento.
En el estudio, los investigadores evaluaron una variedad de condiciones y eventos cardiovasculares, como la angina (dolor en el pecho causado por la reducción del flujo sanguíneo al corazón), ataques cardíacos, derrames cerebrales o un historial médico de tratamientos o procedimientos cardiovasculares. Los pacientes en el estudio variaron de 54 a 73 años de edad. De los 200 pacientes con hemofilia evaluados en el estudio, 30 cumplían los criterios para tener enfermedad cardiovascular. Esta tasa global asciende al 15 por ciento en comparación con el 25 por ciento de los datos de comparación extraídos del grupo de riesgo de aterosclerosis en las comunidades de EE. UU.
El estudio parece confirmar que los factores de coagulación reducidos podrían tener un papel protector para los pacientes con hemofilia. Dicho esto, los pacientes están lejos de ser inmunes a las enfermedades cardiovasculares, y los factores de riesgo potenciales, como la presión arterial alta, todavía eran comunes entre los pacientes. Los pacientes aún deben tomar medidas de precaución para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
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