Según una historia de medicalxpress.com, un estudio reciente de la Universidad de Birmingham descubrió que la progresión de la esclerosis múltiple podría predecirse mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo. Esto podría facilitar que los médicos ajusten los regímenes de tratamiento para compensar la progresión de la enfermedad.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que afecta el sistema nervioso. La vaina de mielina, una cubierta aislante que protege las células nerviosas, está dañada, lo que afecta la capacidad de las células nerviosas para comunicarse. Esto ocasiona varios síntomas, como problemas de sensibilidad, entumecimiento, espasmos musculares, debilidad muscular, visión borrosa, pérdida de equilibrio y coordinación, fatiga, dolor, dificultad para hablar y tragar, y trastornos del estado de ánimo como la depresión. Es una enfermedad autoinmune, en la cual el sistema inmune del cuerpo ataca por error a una parte del cuerpo. La causa general no se comprende, pero una combinación de factores ambientales y genéticos podría desempeñar un papel. Aparece como una forma remitente-recidivante, con períodos de síntomas agudos y períodos sin síntomas, o en una forma progresiva a largo plazo, con síntomas que empeoran lentamente con el tiempo.