Según una historia de medicalxpress.com, un estudio reciente de la Universidad de Birmingham descubrió que la progresión de la esclerosis múltiple podría predecirse mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo. Esto podría facilitar que los médicos ajusten los regímenes de tratamiento para compensar la progresión de la enfermedad.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que afecta el sistema nervioso. La vaina de mielina, una cubierta aislante que protege las células nerviosas, está dañada, lo que afecta la capacidad de las células nerviosas para comunicarse. Esto ocasiona varios síntomas, como problemas de sensibilidad, entumecimiento, espasmos musculares, debilidad muscular, visión borrosa, pérdida de equilibrio y coordinación, fatiga, dolor, dificultad para hablar y tragar, y trastornos del estado de ánimo como la depresión. Es una enfermedad autoinmune, en la cual el sistema inmune del cuerpo ataca por error a una parte del cuerpo. La causa general no se comprende, pero una combinación de factores ambientales y genéticos podría desempeñar un papel. Aparece como una forma remitente-recidivante, con períodos de síntomas agudos y períodos sin síntomas, o en una forma progresiva a largo plazo, con síntomas que empeoran lentamente con el tiempo.

 

Hay varias opciones de tratamiento diferentes para las personas con EM, pero la elección del tratamiento para un paciente no siempre se basa en la evidencia que sugiere un tratamiento sobre otro. En muchos casos, se trata simplemente de probar diferentes tratamientos hasta que se encuentre uno que parece funcionar. Los resultados de este estudio podrían mejorar significativamente las prácticas de tratamiento para la EM.
Durante un período de seis años, los científicos compararon muestras de líquido espinal de pacientes con EM en su diagnóstico inicial con muestras de cinco años más tarde. El análisis reveló cambios en el comportamiento de los glóbulos blancos, que produjeron un tipo específico de anticuerpo a una tasa alta de 100: 1 en comparación con otros tipos. Normalmente, la relación es solo 2: 1. El tipo de glóbulo blanco que se detectó normalmente no está presente en el líquido cefalorraquídeo. Esta situación fue más pronunciada en las primeras etapas de la EM.

La gran abundancia de este anticuerpo sugiere que podría ser parte del desencadenante inicial de la enfermedad. Las muestras de pacientes que terminaron teniendo la enfermedad más grave ya se habían desarrollado más allá de este estado inicial. Esto significa que una prueba de la médula espinal podría ayudar a determinar qué pacientes estarán en mayor riesgo de discapacidad y, por lo tanto, necesitarían tratamientos más agresivos. Se espera que la investigación futura identifique la causa de la respuesta inmune que produce la disparidad en los anticuerpos.

 

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