La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) explica que el 15% de los casos de celiaquía son formas atípicas difíciles de detectar llegando a tardar entre 2 y 3 años en recibir ese diagnóstico, frente a los 2 o 3 meses de los casos típicos.
Por eso, y con motivo del Día Internacional del Celiaco, la SEPD advierte de que suprimir el gluten sin saber si se es celiaco o no “es un error” por dos razones:
- Puede causar efectos secundarios en el organismo de personas sanas
- Puede contribuir a que haya más casos de difícil diagnóstico
Lo que sí sufre el celiaco
Cuando una persona es diagnosticada de celiaquía significa que presenta intolerancia al gluten, la proteína de las harinas de cereales como trigo, centeno, avena o cebada.
Si la persona celiaca consume estos cereales sufre una reacción en el intestino que presentará molestias.
Asi, las formas típicas de celiaquía se caracterizan por síntomas digestivos como diarrea, dolor abdominal, hinchazón después de comer, náuseas y vómitos, astenia, pérdida de peso…
Las formas atípicas pueden dar síntomas no digestivos como anemia ferropénica crónica, alteraciones menstruales, abortos de repetición, trastornos de coagulación e incluso trastornos psiquíatricos, señala la SEPD en un comunicado.
La intolerancia al gluten se produce en personas predispuestas genéticamente. Se estima que más de la mitad de la población española tiene ese condicionante genético para ser celiaco, aunque solo una de cada 200 personas desarrolla la intolerancia.
“Aún no se conoce bien el mecanismo por el cual algunas personas con este condicionante genético se vuelven celíacas en un determinado momento de su vida . Es como si se pulsara un interruptor de la luz. Lo que está claro es que esta enfermedad es universal y tiene un tratamiento muy eficaz que es la exclusión completa y definitiva del gluten de la dieta”, indica el doctor Francesc Casellas experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y coordinador de la Unidad de Crohn-colitis del Hospital Universitari del Vall d’Hebron de Barcelona.
Insiste en los riesgos del autodiagnóstico y explica que, además, existen otros problemas distintos relacionados con el gluten y que no son celiaquía. Este es el caso de:
- Sensibilidad al gluten no celíaca: poco conocido, pero se trata de personas que sienten molestias sin ser celiacas.
- Alergia al gluten: una reacción inmunológica que puede ser mediada por distintos mecanismos ligados a la inmunoglobulina IgE o a células o también a algún otro mecanismo inmunológico, según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España .
“No se debe hacer una dieta sin gluten sin haber ido antes a un especialista de aparato digestivo que emita un diagnóstico certero de la enfermedad, puesto que esta va a durar toda la vida y es importante que el diagnóstico sea seguro”, advierte doctor Francisco Valle.
“Se ha convertido en una moda la eliminación indiscriminada de la dieta del gluten -añade- lo que nos dificulta mucho el diagnóstico, porque entonces no podemos evaluar bien los daños. Incluso en determinadas ocasiones tenemos que volver a introducir el gluten en la dieta para hacer los estudios”.
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