A pesar de que las pastillas amarillas de USD 550.00 vendidas con el nombre de Korlym tienen un origen polémico, Leslie Edwin admite que le «dieron la vida».
Esta mujer de 40 años y residente de Georgia vive con el síndrome de Cushing, una enfermedad potencialmente mortal que causa altos niveles de la hormona de cortisol. Cuando le diagnosticaron esa condición por primera vez, aumentó unos 50 kilos, sus niveles de azúcar en la sangre estaban «fuera de control» y sufría de acné, incapacidad para dormir y ansiedad constante.
«No quería salir de casa«, dijo Edwin sobre su primera batalla contra la enfermedad. «Dejé mi trabajo después de cierto punto. Simplemente no podía seguir estando delante de la gente«, confiesa.
Fue entonces cuando Edwin soportó cirugías, incluida una para extirpar su glándula pituitaria. Ella entró en remisión, pero luego, en 2016, su peso aumentó unos 15 kilos y volvió a tener episodios de ansiedad. Sus doctores le recetaron Korlym.
El ingrediente activo de este medicamento es la mifepristona, también llamada RU-486 y conocida como la píldora abortiva porque causa un aborto espontáneo cuando se toma temprano en el embarazo. Hace casi dos décadas, Danco Laboratories obtuvo la aprobación para comercializar Mifeprex en Estados Unidos como medicamento abortivo, con estrictas restricciones de uso. Corcept Therapeutics, una compañía farmacéutica con sede en Silicon Valley, comenzó a comercializar Korlym hace seis años como un fármaco especializado para aproximadamente 10,000 pacientes con enfermedades raras, como la que padece Edwin.
La diferencia de precio entre el Korlym y el Mifeprex es sorprendente, a pesar de que los ingredientes son los mismos: una pastilla de 200 miligramos para provocar un aborto cuesta alrededor de USD 80.00. Por el contrario, una pastilla de 300 miligramos prescrita para combar el Cushing cuesta alrededor de USD 550.00 (las pacientes que desean un aborto solo toman una pastilla, y las personas con Cushing suelen tomar hasta tres pastillas por día durante meses o años).
Joseph Belanoff, director ejecutivo del fabricante de medicamentos Corcept, dijo que el costo promedio de Korlym por paciente es de USD 180.000 anuales y admite que «tenemos un medicamento caro. No hay forma de evitarlo». Pero, dijo que cree que Corcept tiene un «contrato social» para atender a los pacientes, por lo que se comprometió a que cualquier paciente que necesite Korlym lo va a tener independientemente de la cobertura o los costos del seguro.
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