Investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia han presentado este lunes el trabajo en el que colaboran con la Clínica Mayo de Estados Unidos para desarrollar algoritmos capaces de predecir crisis epilépticas minutos antes de que se produzcan, con el objetivo de mejorar el tratamiento de la enfermedad.
Según ha informado la institución académica en un comunicado, esta investigación se ha presentado en el ciclo ‘CEU Descubre’ por el profesor Benjamin Henry Brinkmann, de la Clínica Mayo, con el que colabora el equipo de investigación en Inteligencia Artificial de la CEU-UCH, que dirige el profesor Juan Pardo Albiach.
En este foro se han expuesto los avances en la implantación y seguimiento de dispositivos que permitan registrar las señales electroencefalográficas intracraneales en perros que sufren crisis epilépticas, para utilizar este conocimiento en la predicción de las crisis en humanos.
Brinkmann, profesor de Neurología e Ingeniería Biomédica en el Mayo Systems Electrophysiology Laboratory de la prestigiosa Clínica Mayo en Estados Unidos, ha destacado en la CEU-UCH la importancia de la similitud clínica y electrofisiológica entre la epilepsia focal humana y la epilepsia canina de origen natural para avanzar en este ámbito.
«Los perros son un excelente modelo para la predicción de las convulsiones, ya que son lo suficientemente grandes como para llevar dispositivos diseñados para humanos, y sus cerebros son también lo suficientemente grandes para implantar electrodos en múltiples estructuras«, ha explicado.
En esta línea de investigación, el algoritmo diseñado por los investigadores del Grupo Embedded Systems and Artifical Intelligence (ESAI) de la CEU-UCH, publicado en la revista científica ‘Brain’, permite reunir los datos necesarios para hacer un cálculo de predicción de las crisis epilépticas.
EVITAR ACTIVIDADES DE RIESGO
Según destaca el profesor de la CEU-UCH, Juan Pardo, investigador principal del Grupo ESAI, «esta alerta, a través de la monitorización mediante la implantación, por ejemplo, de dispositivos como un móvil o un reloj inteligente, permitiría al paciente evitar actividades de riesgo en los momentos previos a una crisis, como conducir o nadar, y medicarse solo en ese caso y no de forma constante, evitando los efectos secundarios de la medicación preventiva crónica».
«La capacidad de predecir las crisis epilépticas puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad«, ha subrayado.
El profesor Brinkmann, con el que colaboran los investigadores de la CEU-UCH, es doctor en Ciencias Biomédicas por la Mayo Graduate School y además en Biofísica por Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Tiene multitud de premios de investigación de la American Epilepsy Society, American Clinical Neurophysiology Society e incluso del programa NASA Space Life Sciences, además de contar con una importante producción científica en revistas de alto impacto.