Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), en colaboración con científicos de otras instituciones nacionales e internacionales, hemos identificado defectos en el corazón de pacientes afectados del síndrome de envejecimiento prematuro (Enfermedad de Hutchinson-Gilford, HGPS, o progeria). Estos defectos podrían mostrar relación con un mayor riesgo de padecer arritmias e incluso de provocar la muerte prematura que sufren estos pacientes a edad temprana (adolescencia).

El estudio, publicado en la revista internacional The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha determinado que dicho riesgo de arritmias y muerte prematura se relaciona con anomalías en la transmisión del impulso eléctrico en el corazón de las personas con el síndrome HGPS. Los hallazgos también se han observado en un modelo murino de esta enfermedad con el que trabajamos en el laboratorio. Nuestros resultados abren nuevas líneas de investigación para el desarrollo de nuevas terapias dirigidas a corregir estos defectos que caracterizan el envejecimiento prematuro. Además, el estudio también suministra una valiosa información a tener en cuenta en el estudio de los mecanismos implicados en el envejecimiento normal y en la enfermedad cardiovascular asociada.

La progeria es una enfermedad genética muy rara causada por una mutación en el gen LMNA (se estima que en todo el mundo hay menos de 400 personas afectadas), debido al procesamiento incorrecto del producto génico del mismo. La mutación provoca la síntesis de una forma inmadura de la proteína lamina A que se acumula en el núcleo de las células llamada progerina. En la actualidad no existe tratamientos eficaz contra dicha enfermedad y los pacientes fallecen en la primera o segunda década de vida. Aunque la muerte se debe principalmente a problemas cardiovasculares existe un gran desconocimiento sobre los mecanismos responsables de estas anomalías características de la progeria.

En el estudio que se publica en PNAS se demuestra por primera vez la presencia de alteraciones cardiacas similares en 15 pacientes de HGPS y en nuestro modelo animal. Los resultados muestran el desarrollo progresivo de anomalías en el electrocardiograma tanto de los pacientes analizados como los ratones progéricos. En concreto, las anomalías en la conducción en el corazón de ratones progéricos se acompañan de alteraciones en la localización subcelular de la proteína conexina 43, que también se han apreciado en muestras de corazón de pacientes HGPS. Normalmente, ésta proteína se localiza en estructuras concretas (‘gap-junctions’) que permiten la conexión célula-célula y que son esenciales para la propagación correcta del impulso eléctrico a lo largo de todo el corazón. Su expresión anómala se ha asociado con diversas patologías cardíacas en la población general, e incluso con el envejecimiento fisiológico favoreciendo el desarrollo de arritmias. El estudio publicado en PNAS demuestra una localización incorrecta de la conexina 43 en el corazón progérico, concretamente lateralización y acumulación en la región perinuclear del citoplasma celular.

El estudio publicado en PNAS demuestra una localización incorrecta de la conexina 43 en las células del corazón de pacientes con progeria, concretamente lateralización y acumulación en la región perinuclear del citoplasma celular. Imagen cortesía de Jose Rivera, CNIC.

El estudio publicado en PNAS demuestra una localización incorrecta de la conexina 43 en las células del corazón progérico, concretamente lateralización y acumulación en la región perinuclear del citoplasma celular.

El trabajo ayuda a comprender mejor las consecuencias cardiovasculares de esta enfermedad. Por ejemplo, los resultados sugieren que la deslocalización de conexina 43 disminuye la conectividad entre cardiomiocitos, aumentando de esta manera el riesgo de arritmias y muerte prematura. Además, estos estudios pueden facilitar el desarrollo de nuevas terapias para corregir los defectos eléctricos cardíacos en progeria.

Por otro lado, algunas de las anomalías en progeria son asimismo características del envejecimiento normal, lo que sugiere que existen mecanismos comunes que provocan alteraciones cardiovasculares en pacientes HGPS y en la población geriátrica. De acuerdo con esta idea, algunos estudios han demostrado la expresión y acumulación de formas inmaduras de lamina A en células y tejidos de individuos no afectados de HGPS. En este sentido, esperamos que el estudio de una enfermedad rara aporte información relevante sobre los mecanismos implicados en envejecimiento normal y la enfermedad cardiovascular asociada.

 

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Fuente: http://revistageneticamedica.com/2016/11/18/progeria-corazon-arritmia/